La noche de San Juan: la noche del Deseo.
César Rufino / El Correo de Andalucía
Fuego, superstición, carnalidad, instinto, brujería... Que esto tenga nombre de santo no deja de ser curioso. Ha llegado San Juan. Sepa qué hacer en estos casos.
No se asuste si esta medianoche oye un extraño crujido. O bueno, sí, asústese: dicen los supersticiosos que en ese momento se abrirá la Puerta de los Hombres para dar paso a toda una avalancha de ángeles y demonios; de fuerzas carnales y sagradas que se entrecruzan en una especie de hora punta esotérica, en la versión más allá del Puente del Centenario sentido Huelva; de salamanquesas persiguiéndose entre chispas volanderas por las tapias de los adosados, aprovechando que el vecindario no las deja dormir con tanta hoguera, tanto papelito y tanto sortilegio. Es la Noche de San Juan, para la que hay unos planes fenomenales en Sevilla, por los alrededores, en la playa y hasta en su propia casa de usted, si acaso le diese la gana.
Puestos a elegir un sitio lo bastante fantástico para semejante ocasión y donde después de la fiesta no haya que fregar mucho, se le ha pedido opinión al divulgador de misterios José Manuel García Bautista, escritor sevillano. Y dice éste que "quien de verdad quiera convocar toda la magia de esa noche, que lo haga donde lo celebraban los antiguos druidas de Sevilla, en los lugares de poder: donde hoy está la Catedral o en los asentamientos dominicos sevillanos, tanto en Valencina de la Concepción como en Alcalá de Guadaíra o Almadén de la Plata".
Para el primero de ellos hay una propuesta interesante esta noche: el Hotel Eme Catedral , con entrada libre para esas terrazas impresionantes (¿quién dijo magia?) en las que mira a la Giralda desde la esquina de Alemanes. A las diez, música en vivo con animación de bailarines y cariocas de fuego; y a medianoche, se contarán leyendas de esta víspera de San Juan y se ofrecerá una hoguera para que cada cual deposite en ella su deseo. Para seguir haciéndole el chiste a lo de las llamas, habrá también una queimada en honor de los juanes, juanas y gente con juanetes que por allí atinen a juntarse.
La versión barata es encenderse un cerillo en las gradas de la Catedral, pero tenga usted cuidado a ver si con la bromita va a salir ardiendo el tercer templo de la cristiandad. Mejor que eso, si de economizar se trata, emprenda raudo el camino hacia el Parque de Miraflores. Allí la fiesta empieza a las ocho de la tarde con cositas para los niños (talleres, los llama la municipalidad), sigue a las nueve y media con una carrera nocturna (la clásica pechá de correr de las ocasiones especiales) y se remata con una agradabilísima fiesta popular nocturna con orquesta, malabares con fuego y encendido de la hoguera de los deseos a medianoche.
"En la noche de San Juan", aclara García Bautista, "en otras épocas, los participantes arrojaban al fuego pequeños objetos, conjuros, deseos e incluso apuntes del curso con el objetivo de hacer desaparecer a los malos espíritus". ¿Funcionará con la publicidad del banco? Todo es probar. Puede intentar hacerlo también en Isla Mágica , que aunque cierra a las once de la noche ha previsto la contingencia del aquelarre con varios espectáculos: Musiclown en la entrada, Luces de Variedades en el fuerte y el pasacalles La Charanga del Pirata, con zancudos, malabaristas y una carroza de fuego, la Hoguera de las Variedades, que recorrerá aquello. Habrá un ritual de quema de malos augurios, petición de gracias al Dios Fuego, reparto de bengalas y la Biblia en pasta.
San Juan de Aznalfarache, Utrera, Almadén de la Plata... Desde los júas a los pirulitos, parte de la provincia se entrega a partir de esta noche y sucesivas a la versión actualizada del rito ancestral de culto al fuego. Una fiesta de carnalidad y pasión donde los deseos se expresan (el típico papelito puesto a arder sólo es su versión más pusilánime: tendrían que ver las playas, esta noche). Alguno se preguntará que qué tiene que ver lo uno con lo otro. Pues sabe Dios. Quizá sí haya alguna relación, sabiendo que piropo significa apariencia de fuego (pyros quiere decir fuego en griego; ¿comprende ahora eso de pirarse a por tabaco?). Pero puestos a darse el piro, lo suyo es hacerlo a la costa gaditana, en cuya capital están las veintiuna hogueras callejeras hechas con los juanillos, una especie de versión rudimentaria pero muy salada de las Fallas de Valencia (en la Plaza de España, la Caleta, la Catedral, Santa Ana...), pero sobre todo las quedadas nocturnas en las playas. Dice García Bautista que un rito que "asegura salud para todo el año", según la superstición, es bañarse en el mar esta noche. "Si se saltan nueve olas dando la espalda al mar, se consigue también la eliminación de las energías negativas." Pues fíjese, ahí también puede llevarse si quiere la propaganda del banco. ¿Se imagina que sea verdad?
[¿Tiene usted un helecho? Pues dice la tradición que le traerá suerte desde esta noche. Según José Manuel García Bautista, hay conjuros muy útiles para la ocasión: "Esta noche las aguas están benditas por el Bautista. Hay que lavarse las manos con agua de manantial para mantenerse joven y el cabello para conservarlo hermoso," y encima se quita el mal de ojo. Otras ideas son poner muérdago bajo la almohada para que se cumpla un deseo formulado; enterrar un pedazo de vela que haya ardido la próxima noche, para que un campo dé buena cosecha... "Las plantas recogidas esa noche aumentan su poder curativo o pueden utilizarse como amuletos protectores." Una creencia preciosa: marcar una cruz en un árbol a medianoche hace que las promesas hechas junto a ellos se mantengan toda la vida. ¡A ver, los políticos!
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