"Cuarto Milenio", el fenómeno sociológico de Iker Jiménez.
Fuente: Agencia EFE.
El periodista Iker Jiménez ha cumplido este domingo sus 200 programas al mando de la "nave del misterio" de ’Cuarto Milenio’, el programa más longevo de Cuatro, cuya buena salud atribuye a la diversidad de unos temas que "casi nadie trata" y a la "rigurosidad" con la que los aborda.
’Cuarto Milenio’ (domingos, 00:30 horas) supera habitualmente el 10% de cuota de pantalla (en torno a 600.000 espectadores), muy por encima de la media de la cadena (que rozó el 7% en abril), una fidelidad que a Jiménez le deja "alucinado", en un mundo "tan cruel y democrático como es la tele", explica a Efe.
Sin embargo, el periodista alavés, de 37 años, tenía claro cuando inició su andadura televisiva e 2005 que "Cuarto Milenio" se iba a convertir en un "fenómeno sociológico", porque sus contenidos, generalmente asociados al misterio y a los enigmas, interesan mucha gente que, como el propio Iker, se guía por la "curiosidad".
De ahí que en las últimas temporadas, la "nave del misterio" se haya abierto a temas "alejados del oscurantismo y lo sobrenatural", como la ciencia, la arqueología, la naturaleza o la historia, con los que su conductor ha preferido arriesgarse, incluso, "a perder ese público fiel que quería más misterio puro y duro".
En esta efeméride ’Cuarto Milenio’ recuperará el reportaje más votado por los televidentes, "Nazca: el mensaje de los Dioses", y repasará los "peores momentos" vividos por el equipo del programa, además de ofrecer un reportaje de las criaturas que pueblan las profundidades de las costas españolas.
Curiosamente, uno de los asuntos que más audiencia han dado al programa fue el debate dedicado al crac económico del 29, además de los dedicados a la naturaleza, como "el último cocodrilo devora- hombres" en España o la pervivencia del lobo, homenaje al ídolo de Jiménez, Félix Rodríguez de la Fuente, "el mejor comunicador de la historia", de quien planea rodar un documental.
"Hago el programa que me interesa; si buscase sólo la audiencia, estaría todo el día contando historias de miedo", afirma Iker, quien recuerda que entre los 4.000 invitados y testimonios recogidos en su programa hay premios Príncipes de Asturias que han explicado al público, "sin hacerlos aburridos", temas como la teletransportación de partículas o los orígenes del hombre.
La falta de rigurosidad es una las críticas recurrentes que se hacen a este presentador de enfático estilo, y reconoce que ese es un problema que "siempre va a existir por el cliché que se tiene del programa", ya que está en "una posición de mucho riesgo", porque habla de temas "que son fácilmente parodiables".
De hecho, es uno de los personajes más imitados de la pequeña pantalla -desde el programa de Buenafuente a "La hora de José Mota", pasando por "Vaya semanita"- lo que se toma con deportividad, al señalar que "lo malo serían que no me imitasen", porque significaría que "lo sociológico" pasaría inadvertido.
Internet es para él una fuente "muy potente" de información, pero que puede crear "mucha confusión", y explica que guarda 22.000 libros en la casa que habita junto a su esposa y co presentadora de "Cuarto Milenio", Carmen Porter.
"Libros encima de la mesa"
Recuerda también que hace el programa "con libros encima de la mesa", con la intención de motivar al público para que "se pregunte e investigue", algo que le procura muchas críticas: "Hay gente que me querría eliminar, porque represento la duda".
Una curiosidad que le llevó con 10 años a entrevistar a los testigos de un supuesto avistamiento de ovnis en su Vitoria natal, "un episodio que me impresionó mucho y que cambió mi vida", porque toda su carrera profesional la ha dedicado a estos asuntos, sobre todo en la radio, con ’Milenio 3’ (Cadena SER), del que apunta que es "el programa en castellano más descargado en el mundo".
Esto demostraría el interés por lo oculto o por asuntos que no están en las páginas de los periódicos, como su favorito de este lustro en televisión: "El salto infinito", un recorrido por las cuevas prehistóricas y el arte rupestre, "un viaje al origen de los misterios".
Aunque le gustaría sentarse delante de archivos "que siguen guardados bajo siete candados", como el del Vaticano o el de la Guardia Civil, cree que la gran pregunta que mueve el interés del público sigue siendo la misma que tenía el hombre de Neardenthal cuando enterraba a sus muertos: "El misterio de nuestra propia realidad; no sabemos qué es la vida ni qué hay después".
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